Fue construido por Mohamed V según podemos leer en sus inscripciones. Su función era servir de sala de espera para aquellos nobles o embajadores que tenían concedida audiencia con el rey. Consta de un patio rectangular centrado por una bella fuente baja, al estilo musulmán, que es copia de la original, hoy colocada en el Patio de Daraxa sobre una pila barroca. Orientado al sur se abre un cenador con tres arcos sobre capiteles almohades del siglo XII o XIII reutilizados en este edificio y labrados con más delicadeza de lo habitual por pertenecer a artistas granadinos, el pueblo almohade, procedente de lugares poco relacionados con la cultura y muy integrista, no tenía capacidad artística para realizar obras de gran perfección. En este cenador o pórtico se sitúa la entada al Cuarto Dorado propiamente dicho, con una portada de arco festoneado coronado por dos ventanitas con celosías, se encuentra centrada entre dos puertas menores. La sala, con decoración reformada en parte tras la Reconquista, se cubre con una armadura decorada con lacería, las pinturas y dorados son cristianos.
Frente al cenador del Cuarto Dorado se levanta una soberbia fachada que comunica con El palacio de Comárex propiamente dicho, palacio que queda para otro capítulo.
Estado actual del cenador del patio, tras eliminar antiguos añadidos como el segundo cenador que ocultaba a este. |
Patio con los dos cenadores sobrepuestos, aspecto que presentó durante unos siglos. |
Alfarje del cenador decorado con pinturas cristianas. |
Armadura de par y nudillo de la sala, la decoración renacentista con pan de oro es la que le da el nombre de cuarto Dorado. |
La fachada del palacio vista desde el Cuarto Dorado. |
Alicatados del cenador. Un prodigio matemático. |
PORTADA DE LA ZONA MÁS ÍNTIMA: EL PALACIO DE COMÁREX
Completa el patio esta obra de Mohamed V, ricamente decorada, que cumple la función de deslumbrar a los visitantes para mostrar el poder y riqueza del monarca gobernante. Presenta diversos mecanismos defensivos, como pasillo en recodo con bancos para la guardia, diversas puertas interiores, y en el exterior una doble puerta que según elijamos es salida o entrada.
En el friso del monumental alero se lee este poema:
Mi posición es la de una corona
y mi puerta una bifurcación;
el Occidente cree que en mí está el oriente.
Al-Gani bi-llah me ha encomendado franquear la entrada a la victoria que ya se anuncia.
Y yo espero su aparición,
al igual que los horizontes introducen el alba.
¡Embellézcale Dios sus obras como hermosos son su aspecto y su carácter!
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