Fue el gran palacio edificado por los monarcas ziríes en el Albaicín. Los mismos historiadores musulmanes elogian su tamaño y grandeza, diciendo algunos que no tenía igual en todo el orbe, de él ha llegado a nosotros poco y sin excavar en buena parte. Se sabe que tenía una torre coronada por un jinete que cabalgaba sobre un gallo a modo de veleta, viniéndole de ahí el nombre. Parte de sus muros se aprovecharon para construir la casa de la Lona, llamada así por servir de fábrica de velas para barcos durante un periodo de tiempo. Otros restos sirven de cimentación al palacio nazarí de Dar al-Horra.
Muros de durísima argamasa que hoy sirven de cimentación al palacio nazarí de Dar al-Horra. |
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