domingo, 29 de abril de 2018

LAS MURALLAS DE ALMERÍA

Puerta de la Alcazaba, con muchas restauraciones.

Las murallas de Almería  datan del año 955. El material usado solía ser tapial (una serie de tongas de tierra apisonadas entre dos tableros que después de retiran) o tapial real (era más resistente al llevar un capa de argamasa entre tonga y tonga, más un revestimiento del mismo material), en los lugares más sensibles se usaban ladrillos macizos e incluso algunos sillares.

Tapial real original de la muralla norte de la Alcazaba.

En 1489, las murallas abrieron sus puertas a los Reyes Católicos. Siendo en diversas ocasiones restauradas y adaptadas a las nuevas necesidades para defender la ciudad de los ataques de los piratas norteafricanos y de los turcos, que buscaban botín y esclavos. Los refuerzos se hicieron en muchos casos  con mampostería e incluso con sillares.
En 1855 llegó el derribo de las antiguas murallas para adaptar la ciudad a los nuevos tiempos y vehículos, una gran pérdida para Almería y la puerta al progreso, por esto úitimo los almerienses se dedicaron a la labor con gran entusiasmo.
Hoy quedan, en relativo buen estado y restauradas con mayor o menor acierto, las murallas de la Alcazaba, más las que parten de la zona norte de esta, atravesando el barranco de la Hoya, subiendo al cerro de San Cristóbal y casi hasta la calle Antonio Vico. También han aparecido restos enterrados en diversos lugares de la ciudad.

Muralla norte de la Alcazaba.

Muralla norte de la Alcazaba.

Muralla que baja al barranco de la Hoya

Muralla del barranco de la Hoya.

La polémica restauración realizada con hierro oxidado,
debajo los chorreones de óxido en la muralla.

La restauración de hierro oxidado y su gran impacto visual.

La muralla que asciende hasta el cerro de San Cristobal.
La foto es anterior a la colocación de las planchas de hierro oxidado.

Muralla del cerro de San Cristobal,
con elementos cristianos y musulmanes de diversas épocas,
del Reino de Almería
y de los dos periodos del Reino de Granada el nazarí y el cristiano.

Penoso estado de uno de los tramos de la muralla.

Puerta practicada con posterioridad a la construcción de la muralla.
Los agujeros superiores corresponden a los mechinales que se usaron en la construcción de la muralla.

Interior de la misma puerta,
en este lado se observa que existieron otras puertas en el mismo lugar.

Huecos para encajar vigas que reforzaran las puertas.

Interior de la misma portada,
en ella se ve una gorronera circular arriba para encajar la hoja de la puerta
y un agujero cuadrado para encajar una viga para reforzar las hojas de la puerta.

Como se ve, las murallas están muy necesitadas de una buena restauración.

Los trozos de argamasa caídos de lo que fue el revestimiento, permiten ver el interior de las torres, realizado en pobre tapial con algunas piedras de refuerzo.

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